Como idea general, y como filosofía de trabajo con nuestros pacientes, siempre se intenta desgastar los dientes de los pacientes lo menos posible.
Las carillas dentales son finas láminas de cerámica que se pegan sobre los dientes con el objetivo de cambiar la forma de los dientes, reparar o reponer fragmentos de dientes rotos o fracturados, transformar la sonrisa cambiando la longitud de los dientes, cambiar el color de los dientes o enmascarar dientes oscuros.
En estos casos de estética dental siempre realizamos un estudio estético previo, en el que se analizan las características del caso, los factores involucrados, las posibilidades y alternativas de tratamiento, y el posible resultado final, pudiendo probar cómo va a quedar ese tratamiento dental estético antes de hacerlo.
Este estudio, una vez aprobado por el paciente, nos da las guías de los espesores que necesitamos, para preparar los dientes con el mínimo desgaste.
¿Cómo se colocan las carillas dentales?
Siempre que es posible se intenta que las carillas dentales sean aditivas sobre los dientes, intentando evitar desgastarlos, o minimizando al máximo posible este desgaste.
Se pueden realizar carillas de 0,1mm de grosor, si el color del diente es favorable y adecuado. Lo más habitual es que las carillas puedan tener un espesor de entre 0,3 y 0,6 mm, pues con este grosor ya se pueden realizar la mayoría de los cambios estéticos necesarios. En casos en donde los dientes son muy oscuros, puede llegar a tener que desgastarse los dientes hasta 1 mm de grosor, con el fin de tener suficiente espesor de cerámica que pueda enmascarar el sustrato oscuro.
¿Es necesario desgastar los dientes para colocar carillas dentales?
Gracias a las técnicas adhesivas que se emplean actualmente en odontología, y al desarrollo de materiales muy estéticos y resistentes en espesores mínimos, hoy en día se pueden realizar tratamientos con carillas dentales en los que casi no se desgasten los dientes.
Las carillas de cerámica son finas y frágiles en su elaboración y manipulación, pero se unen al esmalte dentario reforzándolo, y convirtiéndose en muy resistentes una vez cementadas al diente mediante procedimientos adhesivos.
Resumiendo, desgastar lo menos posible, estudio estético previo antes de realizar ningún procedimiento irreversible sobre los dientes, y un trabajo clínico y técnico de calidad son los aspectos más importantes para poder lograr unos buenos resultados estéticos con carillas dentales.
