Hay una etapa en la vida, entre los 5 y los 12 años, en la que conviven en la boca dientes de leche con dientes permanentes. Esta etapa se llama de dentición mixta, y en ella se va produciendo el recambio dentario. Es común en estas edades que salgan los dientes definitivos y que el diente de leche que estaba en ese sitio esté a la vez, moviéndose y sin caerse. Este es un motivo muy frecuente de consulta entre las madres de niños de estas edades.
En principio no hay que preocuparse, pues la naturaleza es sabia y suele hacer las cosas bien. Los dientes de leche tienen raíz, pero el definitivo al salir la va reabsorbiendo. Cuando la ha reabsorbido por completo, el diente de leche acaba moviéndose mucho y cayendo por sí mismo (o con una pequeña «ayuda»).
Pero hay ocasiones en las que el diente definitivo no sale exactamente por encima del de leche, con lo que no es capaz de reabsorber por completo la raíz del de leche, que se queda muy movido y poco sujeto. En estos casos cuesta un poco más que se caigan por sí solos.
Es importante visitar al dentista para diagnosticar que efectivamente el recambio se está produciendo de forma normal y que no existe ningún otro problema. Normalmente se espera unos 3 meses para ver si la naturaleza acaba de actuar por sí sola.
En caso de que pase este período de tiempo y el diente de leche siga sin caerse, a veces hay que quitarlo si empieza a ser incómodo para el niño porque se mueva mucho. Estas extracciones suelen ser sencillas en caso de ser necesarias.