¿Te despiertas con dolor de mandíbula, cabeza o notas que tus dientes se están desgastando sin razón aparente? Es posible que estés apretando o rechinando los dientes durante la noche. Esta condición, conocida como bruxismo, es mucho más común de lo que parece y, aunque muchas veces pasa desapercibida, puede tener consecuencias en tu salud bucodental si no se trata a tiempo.
¿Qué es el bruxismo?
El bruxismo es el hábito inconsciente de apretar o rechinar los dientes, que suele producirse principalmente durante el sueño, aunque también puede aparecer durante el día. A menudo está relacionado con factores emocionales como el estrés, la ansiedad o la tensión acumulada, funcionando como una respuesta automática del cuerpo a las preocupaciones cotidianas.
Causas del bruxismo
El bruxismo es un trastorno multifactorial, lo que significa que puede tener diferentes orígenes o factores desencadenantes. A continuación, te explicamos las causas más comunes:
Estrés y ansiedad
El estrés emocional y la ansiedad son, con diferencia, las causas más frecuentes del bruxismo, especialmente del nocturno. Muchas personas experimentan este hábito como una forma inconsciente de liberar tensiones acumuladas a lo largo del día. Esta descarga emocional se manifiesta en forma de presión o fricción dental mientras duermen, lo que puede generar dolor mandibular, cansancio al despertar o incluso desgaste dental.
En épocas de alta carga emocional, como exámenes, conflictos laborales o personales y cambios importantes, es común que el bruxismo se intensifique.
Problemas de mordida o maloclusión
Cuando los dientes no encajan de forma adecuada al cerrar la boca, la mandíbula puede realizar ajustes involuntarios para buscar una posición más cómoda. Esta desalineación dental, conocida como maloclusión, puede desencadenar movimientos involuntarios de apretamiento o rechinamiento, especialmente durante la noche.
Pérdida de piezas dentales sin reemplazo
La falta de dientes no solo afecta la estética o la funcionalidad de la masticación, sino también la distribución de las fuerzas al cerrar la boca. Cuando una o varias piezas faltan y no se reponen, el resto de los dientes tienden a desplazarse, modificando la mordida y provocando desequilibrios funcionales que pueden generar tensión y favorecer el bruxismo.
Trastornos del sueño
El bruxismo también se ha asociado con trastornos del sueño, como el insomnio, la apnea obstructiva del sueño o los despertares frecuentes. En estos casos, el organismo entra en un estado de activación que interfiere con el descanso profundo y puede desencadenar la actividad muscular involuntaria de los maxilares.
De hecho, muchos estudios señalan que el bruxismo forma parte de un conjunto de trastornos relacionados con el sueño, y no es raro que un diagnóstico completo incluya una evaluación del patrón de sueño del paciente.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento del bruxismo dependerá de su causa, pero la solución más habitual y efectiva es el uso de una férula de descarga nocturna personalizada. Este dispositivo de resina rígida se adapta perfectamente a la mordida del paciente y se utiliza durante la noche para:
- Evitar el desgaste dental.
- Reducir la tensión muscular.
- Proteger la articulación temporomandibular.
- Promover una posición de reposo más equilibrada y relajada de la mandíbula.
Además, si el bruxismo está relacionado con el estrés, se puede complementar con técnicas de relajación, fisioterapia mandibular o, en algunos casos, con la ayuda de psicólogos especializados en gestión emocional.
También es fundamental corregir la mordida si existen problemas de alineación o reponer dientes perdidos mediante prótesis o implantes, para restablecer una oclusión adecuada.
¿Sospechas que puedes estar apretando los dientes mientras duermes?
En Clínica Dental MAIP contamos con un equipo especializado en salud dental y trastornos funcionales de la mandíbula. Te ayudamos a detectar el bruxismo y a encontrar el tratamiento más adecuado para ti. ¡Contacta ahora!